«Platanitos de Bojayá» es la muestra de que en este municipio chocoano, donde sobresalen los relatos propios de la violencia, la presencia de grupos al margen de la ley, el reclutamiento forzado, el confinamiento y el desplazamiento, también pueden prosperar proyectos productivos liderados por jóvenes, que le dicen sí al aprovechamiento de un recurso que abunda y que es producto del trabajo diario de manos campesinas que lo cultivan a orillas de los ríos Bojayá y Atrato: el plátano.
«Compramos el plátano rechazo, aquel que por su tamaño no es apto para comercializarse a nivel nacional en las fincas de familiares o vecinos, e iniciamos el proceso de producción hasta obtener como producto terminado platanitos en paquete, que vendemos, de momento, en el municipio.
Así aprovechamos este plátano y generamos un producto de calidad que, a futuro, queremos vender en el departamento y, por qué no, a nivel nacional», afirma Juan David. «En este proceso, además de vincular a los productores, tenemos un aliado importante, la Asociación de Plataneros del Medio Atrato, ASOPLAMEDA, quienes han hecho parte activa del proyecto y nos facilitan su planta de producción para realizar el proceso de lavado, pelado, tajado, fritura y empaque».
Juan David, además de continuar sus estudios de administración de empresas, se dedica a liderar los temas administrativos y contables de «Platanitos de Bojayá» y coordina la participación de los demás emprendedores/as en los procesos de producción y venta. Juan David, además de continuar sus estudios de administración de empresas, se dedica a liderar los temas administrativos y contables de «Platanitos de Bojayá» y coordina la participación de los demás emprendedores/as en los procesos de producción y venta.
Gracias al proyecto pude viajar a México al Encuentro de la Alianza Pacífico, y compartir con de jóvenes de otros países. La experiencia me pareció súper buena, había muchos jóvenes con diferentes proyectos. Lo que más me gustó fueron las capacitaciones sobre cómo fortalecer nuestros proyectos en marketing y temas administrativos y legales”.
«Mi sueño es expandir fronteras y vender los platanitos fuera de Bojayá. Aumentar producción, generar más movimiento en la economía de la región y empezar a generar ingresos representativos con la venta del producto terminado».
