Formación del talento joven

Miles de jóvenes llenos de talento llegan a diario a Bogotá con su maleta repleta de sueños. Vivir en la capital no siempre resulta ser una elección voluntaria, y dejar atrás la tierra amada puede costar mucho más de lo imaginado. Sin embargo, han sido justamente las calles frías de esta ciudad las testigo de los grandes logros obtenidos por aquellas personas que han hecho de la determinación y la fuerza interior, el motor para perseguir sus pasiones.

Empleo para la Reconciliación me permitió tener claridad sobre mi proyecto de vida y a establecerme metas y objetivos, afirma José Emir.

Así lo hizo José Emir Pájaro, un jóven proveniente de Santa Cruz de Lorica en Córdoba, en pleno corazón de la región Caribe colombiana, quien a sus 18 años, logró cumplir su sueño en Bogotá de estudiar lo que siempre había anhelado y trabajar en una de las mejores empresas de la ciudad, gracias a su compromiso, determinación y participación en el programa “Empleo para la Reconciliación”.

José Emir llegó junto con su familia en 2007 a Bogotá, huyendo de la violencia que azotaba su municipio. En compañía de su madre, su padrastro y su hermano, sorteo las dificultades del desplazamiento forzado para salir adelante. Fue el apoyo y ejemplo de su familia lo que lo motivó a continuar con su formación después de haberse graduado como bachiller del colegio distrital donde estudió desde que llegó a la capital.

La angustia por su futuro después de terminar el colegio duró sólo algunos días, cuando su mejor amigo le habló del programa “Empleo para la Reconciliación”, supo que era su gran oportunidad.

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Sin dudarlo se acercó al centro de formación “Gente Estratégica”, y con todo el esmero realizó el proceso para ingresar: pasó las pruebas, presentó las entrevistas, y una vez cumplió los requisitos, pudo sentir como cada vez estaba más cerca de cumplir su sueño. Logró ser seleccionado, ingresó a estudiar un programa técnico para ser Auxiliar de Cocina, tenía clara su pasión y nada lo detuvo, ahora ya era parte del mundo gastronómico. ¡José Emir alcanzó su propósito!

Abiertamente se describe a él mismo como una persona emprendedora, tolerante, empática y muy solidaria, reconociendo que son estas características las que le han permitido llegar hasta este punto. También acepta que algunos momentos a lo largo del proceso, no fueron tan fáciles, y que sin su familia y sus profesores, seguramente no hubiera logrado superar los obstaculos que se le presentaron tanto académicos como personales.

Tiene claro que su paso siguiente es llevar su carrera a un nivel profesional, por eso está decidido a entrar a la Universidad. Actualmente se encuentra vinculado en WOK uno de los restaurantes asiáticos más importantes de la ciudad, que hace parte del cluster de Gastronomía de la Cámara de Comercio de Bogotá. Allí ha puesto en práctica todo lo aprendido en clases y a diario disfrutando de la cocina, confirma su gran pasión por el mundo culinario.

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